Aznarkis vacunándose en pleno Cosplay

La pandemia de COVID 19 sumió todo el mundo en una honda preocupación y muy en particular a un curioso grupo humano conocido como "aznarkis", no por su afinidad con el ex presidente del gobierno de 1996 a 2004, sino por su afición a la lectura de la serie de novelas de ciencia ficción conocida como "La saga de los Aznar" y que es objeto de estudio por parte de instituciones académicas centradas en la literatura de ciencia ficción o en el asociacionismo cultural.

Nadie pensó que la pandemia pudiera afectar seriamente, por ejemplo, a los "trekkies" (o "trekkers"), a los apasionados de Tolkien o los amantes del reggaetón (ni diez pandemias podrían afectar a este último grupo). Sin embargo, dado el no muy grande tamaño de este grupo se pensó que debería recibir una especial protección y por parte de la Unidad Militar de Emergencias se habilitó un comando que recorrió toda España con un camión frigorífico con dosis de la vacuna Pfizer, rezando por que ninguno de ellos se hubiera hecho antivacunas.

Afortunadamente no se dio ningún caso así y, tras las sucesivas dosis de recuerdo que hacen que todos lleven en el cuerpo cuatro vacunas como cuatro soles (y alguno cinco), oficialmente se puede dar por protegido a este animoso grupo de aficionados por cuya sangre corre una carga de anticuerpos más poderosa que el arsenal de una nave nahumita. Así, en la última AznarCON, uno de sus aficionados más prominentes, Pablo Gallardo Burgos, por fin pudo decir, ante el aplauso de la concurrencia

"Aznarkis ... el COVID, ha terminado"